No es cansancio….
¿Alguna vez te has preguntado si de verdad estás cansado
o si simplemente dejaste de creer en ti?
Porque muchas personas no están agotadas por hacer demasiado,
están agotadas por hacer una vida que no quieren.
Se levantan sin dirección,
cumplen con lo que “toca”,
y se van a dormir con la sensación de que el día no significó nada.
Y eso pesa más que cualquier esfuerzo físico.
No te drena trabajar duro.
Te drena trabajar sin propósito.
No te quita energía intentarlo.
Te la quita saber que podrías dar más
y aun así no hacerlo.
La mayoría no está perdida,
está resignada.
Aprendieron a funcionar en automático,
a sobrevivir sin cuestionarse,
a aceptar una versión pequeña de su vida
porque parecía más segura.
Pero hay algo que nadie te dice:
esa comodidad tiene un precio.
Lo pagas con frustración.
Con compararte con todos los demás.
Con esa incomodidad que aparece cuando ves a otros avanzar
y te preguntas:
“¿Y si yo también hubiera intentado?”
No es que no tengas tiempo.
Es que dejaste de priorizarte.
No es que no puedas cambiar.
Es que cambiar te obligaría a admitir
que llevas años postergándote.
Y duele aceptarlo.
Pero más duele mirar atrás
y darte cuenta de que tu vida se llenó de “algún día”.
Nadie va a venir a rescatarte de una vida que tú mismo sigues eligiendo.
Nadie va a empujarte si tú ya decidiste quedarte quieto.
El momento no va a sentirse perfecto.
La motivación no va a aparecer mágicamente.
La claridad llega después de moverte, no antes.
Ejercicio: “La verdad incómoda”
Instrucciones:
Escribe una área de tu vida donde sabes que te estás conformando.
Ahora escribe la excusa que más usas para no cambiarla.
Léela como si no fuera tuya.
Luego escribe qué tipo de persona serías
si dejaras de usar esa excusa.
Gracias por estar aquí.
Gracias por leerte con honestidad.
Nos vemos el próximo domingo, a la misma hora.
EL CAMBIO ES HOY
– Aude
